No hemos empezado con buen pie del todo aquí en Alemania. Tenemos un vecino sirio que desde el primer día no hace más que incordiar. El primer día su saludo consistió en preguntar si trabajábamos, si fumábamos, si éramos ruidosos. TODO ESTO SIN CONOCERNOS DE NÁDA. Pues mire sí oiga, trabajamos, muchas más horas que él por cierto, y además, no fumamos, somos muy silenciosos. Me pregunto cómo tiene la jeta , la cara dura, de ser tan grosero. En vez de estar feliz en un país como Alemania donde puede salir adelante, vivir y dejar vivir , se dedica a meterse en la vida de los demás. Ha habido más incidentes pero ni me apetece comentarlos, no vale la pena. Ahora entiendo por qué en Siria hay una guerra civil, NO SABEN CONVIVIR ENTRE ELLOS mucho menos convivir con extranjeros.